Una de las partes más importantes y más usadas por el diseñador común, es el de retocar imágenes antiguas que generalmente, suelen estar en mal estado.
Es un trabajo minucioso que exige mucha paciencia, horas frente a la pantalla del ordenador e incluso el muchas veces romperse la cabeza a la hora de conseguir, por ejemplo esa parte de la foto que no tenemos.
Éste es un claro ejemplo de uno de esos casos extremos en el que me topé con una niña que tenía la cara mal fijada y que, con el paso del tiempo se había borrado casi por completo. Todo ello, sin contar con las dobleces, arañazos, rayones,…
Me lo pasé pipa retocándola, pues fue de mis primeros trabajos y conseguí cual cirujano, jejeje,..reconstruirle la cara a la joven muchacha.
Mi alegría fue que al verla la madre, me dijo:¡ ésta es mi niña ¡.
Para lograr este resultado tuve que darle muchas vueltas al coco, pues había partes con las que ni contaba, me armé de paciencia (algo que me caracteriza) y me puse a trabajar como un loco en esta y en otras imágenes.
Éste es el resultado.
El antes y el después de una magen retocada.
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